"Ya verás que las sombras que aquí estuvieron ya no estarán".
04/01/09 Pisa
Por la mañana luego de encargar el equipaje partimos hacia Pisa, la ciudad del campanario. Al llegar a la estación tomamos un bus que nos condujo a la Plaza de los Milagros.
Inmediatamente recibes una ráfaga de colores que oluminan tus pupilas. Una vez en la plaza, se presenta el Baptisterio, la Iglesia y el Campanario tan famoso. Existe un jardín lateral donde encontrarás diversas manisfestaciones artisticas en busqueda de la foto postal de pisa.
Por mi parte solo atiné a pararme de manos , pero la falta de equilibrio me jugó una mala pasada y caí. Fue gracioso. (Ahora noto que la mayoría de recuerdos que atesoro siempre son graciosos y por eso me da gusto recordarlos).
También recuerdo haber posado con mi nariz de claun verde. Firmes!!
El campanario ha recibido en los últimos 10 años muchos trabajos de reestauración. Parte del terreno de soporte ha sido reemplazado paulatinamente por hormigón. Así mismo los niveles superiores se los han construido con una inclinación inversa lo que de la un perfecto aspecto de plátano. Claro está que no se cumple el estado límite de equilibrio, ya que sus 14500 t de peso si bien nunca volcarán, podrían producir una falla por cortante en el anillo del primer entrepiso.
Desde diversas perpestivas, de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, puedes pasar horas buscando los diversos animales, motivos y relieves del campanario y no te cansarás.Fue necesario un momento de meditación saboreando unos chocolates.
Más tarde, partimos a recorrer la ciudad, la orilla del río Arno, el mismo que surca Florencia.
Al regresar a Padova prové un vino de la región, toscano, frutado y con un sabor a chocolate como me gusta.
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