"El chico" y la chiquititud

(The boy) ( El noi) o como quieras llamarlo, obra del genial de Roald Dahl es una historia que ha revivido muchas memorias de mi "chiquititud". Como el propio autor dice , tal ves unos solo recuerda de su niñez-infancia juventud lo que realmente ha calado en su ser. No recuerdo haber estado conectado con una lectura con tanto ahínco hace mucho tiempo. La novela narra las diversas aventuras de Roald, sus victorias, derrotas y castigos. Me ha sorprendido la evolución de su familia, sus veranos en Noruega, la disciplina de su educación y los castigos a los que fue sometido. También es curioso leer las narraciones de las distintas visitas al médico que tuvo en aquellos años, la ausencia de anestesia e imagínate el dolor, su relación con sus hermanos, las cartas a su madre, su fascinación por los caramelos y chocolates (Es cierto no hay nada mejor para un niño que un delicioso helado) y el respeto a sus maestros.


En general al ir viajando por las páginas del libro es imposible no recordar tus propias travesuras y meditar unos segundos sobre ellas y las repercusiones. Así recuerdo cuando rompí un parabrisas, cuando coloque babosas en una lata y las cociné en una fogata, cuando corría a toda velocidad para llegar a ver mi programa de dibujos favorito,

cuando comíamos salchipapa con mis amigos en una tienda cercana a mi colegio, cuando arrojé globos a la cafetería, cuando aparecía una viejita en una esquina con un palo de escoba y nos obligaba a posponer nuestros intensos partidos de futbol en una plaza...etc .Que recuerdos de la vida que en un abrir y cerrar de ojos te hacen reír y llorar. Me impresiona la evolución que he tenido.

Esta semana conversaré con mis amigos sobre ese tema y de seguro nos reiremos un rato.