"Amo la punta de tu nariz".
sábado, 30 de enero de 2010
lunes, 25 de enero de 2010
Un nuevo día
Acaba de terminar el día martes de esta semana y espero que no se permita permanecer en mi memoria por mucho tiempo. Una mañana estupenda, con un nuevo compañero de trabajo, unas bromas sobre la escuela de arquitectura, todo fue interrumpido por un mosso de escuadra que me multó por manejar bicicleta con cascos. La verdad no lo sabía y de cada lección se aprende aunque no te guste. Por la noche, el sujeto “vèlo” es masculino y no femenino como pensaba. Así que de ahora en adelante será “le vèlo”. Segunda lección del día y ya no más. Más tarde otro incidente muy incómodo dio lugar a un paseo solo, caminando paso a paso, respirando un poco hasta llegar a la casa Batlló. El sentarse y contemplar por un momento, me ayudó a recibir el nuevo día, que espero no me guarde tantas lecciones como el anterior.
jueves, 21 de enero de 2010
El huevo como estructura
Esta mañana me he despertado pensando en un huevo. Sí, el huevo que pone la gallina y ¡!no es boma!!. Sucede que ayer en la noche estaba cortando una cebolla y en un momento dado la comencé a mirar y me sorprendí de la simetría, la forma, toda la vida que llena dentro. Lo mismo me sucedió al ver un programa en donde una madre comentaba que cuando su hija tenía 3 años, discutió mucho con ella porque la pequeña decía que los huevos vienen del super y no de la gallina. Luego de analizar por un momento un huevo en mis manos, he llegado a una conclusión: Mi estructura favorita sobre la tierra es un huevo. Es tan frágil, pero a la vez tan resistente que puede alojar un nuevo ser, un pollito. Tiene la forma perfecta, para que así caiga sobre una superficie áspera, con pendiente o cualquier otra forma, se adapte perfectamente en equilibrio. Además, como tiene un espesor muy pequeño y dad su fragilidad, el polluelo puede romper el cascarón a su debido tiempo. Estructuralmente, las formas curvas son las que mejor se adaptan al momento de contener líquidos. Es por eso que las presas más espectaculares son las que tienen forma de arco. Esto se manifiesta con más intensidad en las estructuras con doble curvatura o cáscaras, nunca mejor dicho. Toda esta descripción puede formar parte de una metáfora o de un análisis estructural exhaustivo. Me alegra saber que aún puedo sorprenderme con las cosas cotidianas, que un huevo me hace sonreír al amanecer de un nuevo día. Desde ahora exigiré más respeto por las gallinas y los huevos.
lunes, 18 de enero de 2010
Esta noche
domingo, 17 de enero de 2010
Tarde de invierno
Esta tarde, como casi todos los domingos normales de mi estancia en esta ciudad mediterránea tome el metro para ir a Montjuic y jugar futbol con mis amigos. Al salir noté que llovía ligeramente, lo que he hizo pensar que no habría tanta gente esperando jugar. No habia frío en la calle ni viento. Al llegar al campo, noté que estaba ocupado por los jugadores de un partido de 1ra división; el equipo de Poble Sec. Encima había que pagar entrada para verlos jugar, si ese es nuestro campo. No pude ver a ningún conocido y comprendí que si habían ido, pues para esa hora estarían en sus pisos protegiéndose de la lluvia.
La ciudad se veía diferente, como si una manta de espuma blanca se posara encima lo que me hizo preguntarme ¿Qué solía hacer las tardes de domingo en Trujillo, Lima o cualquier otra ciudad donde me haya tocado pasar un domingo?. Pues hay miles de respuestas.
Decidido a no darme por vencido, caminé hasta la estación de bicing más cercana y para mi suerte había una esperándome. Sequé el asiento de la lluvia con mi chaqueta para comenzar la cabalgata. Pasé por la avinguda Paralell, luego el carrer de Sant Pau, Urgell, Concent de Cell y por fin Girona. El recorrido me cambió el humor totalmente. Debo manifestar a través de este post que me he sentido muy feliz manejando por sobre los pequeños charcos de las vías, escuchando música suave y contemplando a los pocos peatones por las calles. Esto me ha enseñado que muchas veces son las pequeñas cosas las que realmente te hacen sentir bien, como pasear en bicicleta por la lluvia, mojarte un poco y conducir sin prisa para no resbalar. Sin mucho tráfico, sin peatones, con las tiendas cerradas y sobre todo con las calles tranquilas sin comercio, la ciudad me ha mostrado una cara que no recuerdo haber visto antes. Es como si hubiera estado esperando este momento para poder tener la paz suficiente y la consigna de disfrutar al conducir. Al llegar a casa, me he alimentado de ensaimadas con leche. Un pequeño manjar, tan simple en su fabricación que ha exaltado mi alegría. Ya lo había escuchado otras veces, ese rollo de la felicidad en las pequeñas cosas, pero ha sido esta tarde de invierno donde me ha permitido acariciarla.
Los grandes terremotos de los últimos 100 años
En abril de 1906 San Francisco (EE.UU.) temblaba. La Vanguardia publicaba una crónica el 20 de abril relatando lo que se vivía en la ciudad. El terremoto se llevó más de 10.000 vidas.
Valparaiso (Chile) también fue escenario de un terremoto en agosto del mismo año (1906). La edición del día 20 de agosto de La Vanguardia hablaba de una ciudad “parcialmente destruida” y relataba la huída de los ciudadanos hacia la montaña.
En 1908 temblaba Europa. La ciudad italiana de Mesina sufría un devastador terremoto que dejó cientos de miles de víctimas. Unos años más tarde, en 1915, Italia volvía a ser el escenario de un terremoto que destruia la ciudad de Avezzano.
Tokio, India, Pakistán…
“Tokio ardiendo”. Así titulaba La Vanguardia la notícia sobre el terremoto que sacudió la capital japonesa en setiembre de 1923.
En Beluchistan (India) un terremoto dejaba 1935 miles de muertos. Una detallada crónica de La Vanguardia del 2 de junio relataba que los incendios complicaban aún más la situación.
En diciembre de 1939 un temblor en Anatolia (Turquía) se saldaba con miles de víctimas. Las primeras informaciones en La Vanguardia hablaban de 30.000 muertos y de la dificultad de socorrer a los afectados a causa de las grietas abiertas.
Marruecos también sufrió las consecuencias de los temblores de tierra en febrero de 1960 en Agadir. La Vanguardia dedicaba su portada del 3 de marzo al tema bajo el título de “La catástrofe de Agadir“.
Una década después, en 1970, la desolación llegaba a Perú. El departamento de Ancash sufría una sacudida que se dejó notar también en Lima. Tras el suceso, los primeros recuentos hablaban de 40.000 muertos.
“Managua ya no existe”
“La hermosa ciudad de Managua ya no existe”. Así rezaba la portada de La Vanguardia del 27 de diciembre de 1972 que hacía referencia al terremoto de la capital de Nicaragua.
Tras Nicaragua, Guatemala vivía su particular tragedia en 1976. Las primeras informaciones ya hablaban de que el terremoto había dejado 5.000 muertos, pero el recuento acabó sumando decenas de miles de víctimas. Ese mismo año, en julio, la tierra temblaba en Pekín. El día después del temblor (28 de julio) las primeras informaciones aún no hablaban de víctimas. Lo cierto es que hubo cientos de miles de muertos.
Un movimiento sísmico en México dejaba bajo los escombros a miles de muertos en setiembre de 1985. Y en 1990 un devastador terremoto dejaba 25.000 víctimas en Irán.
India volvía a ser el escenario de un terremoto en setiembre de 1993. El suceso borró decenas de pueblos en India. También Japón volvía a ser golpeado por una sacudida de tierra en 1995. El terremoto arrasó el sur de Japón.
Ya en el siglo XXI, en diciembre de 2003, un temblor dejaba 20.000 muertos en la ciudad iraní de Bam. Y en octubre de 2005 era Pakistán quien vivía su particular catástrofe sísmica.
Fuente:La Vanguardia
martes, 5 de enero de 2010
Phrase, frase, fase
"Mantente en guerra contra tus vicios, en paz con tus vecinos, y deja que cada nuevo año te reciba un mejor hombre"
politician, inventor and author
lunes, 4 de enero de 2010
Poema al tiempo treinta
Treinta segundos
Si solo tuviera treinta segundos a tu lado
caminaría despacio hasta pisar tu sombra
te miraría profundamente y cerrarías tus ojos contemplando lo que yo contemplo
me sentaría a tu lado esperando que se detenga el tiempo
el sol iluminaría tu rostro, como la luna ilumina el mar
rozaría tus labios en búsqueda de tu aliento
te besaría para sentir el palpitar de tu corazón
escucharía tu voz en el silencio
me detendría, azuzado
Cuan gustosos serían esos treinta segundos
durarían una vida, mi vida.
Barcelona, 04 de Enero del 2010