Acaba de terminar el día martes de esta semana y espero que no se permita permanecer en mi memoria por mucho tiempo. Una mañana estupenda, con un nuevo compañero de trabajo, unas bromas sobre la escuela de arquitectura, todo fue interrumpido por un mosso de escuadra que me multó por manejar bicicleta con cascos. La verdad no lo sabía y de cada lección se aprende aunque no te guste. Por la noche, el sujeto “vèlo” es masculino y no femenino como pensaba. Así que de ahora en adelante será “le vèlo”. Segunda lección del día y ya no más. Más tarde otro incidente muy incómodo dio lugar a un paseo solo, caminando paso a paso, respirando un poco hasta llegar a la casa Batlló. El sentarse y contemplar por un momento, me ayudó a recibir el nuevo día, que espero no me guarde tantas lecciones como el anterior.
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