sábado, 17 de abril de 2010

Fin de los fines de los finales


Como pasa el tiempo, como la vida sigue su curso, como nos convertimos en máquinas y robots, como es que sigo con esto, como he llegado a esto. Los signos de de puntuación no hacen falta, lo que hace falta es calmarse y resistir. Hace algunas semanas que siento que mi balanza interna se está inclinando ligeramente hacia el lado del desequilibrio y no es precisamente por leer los cuentos de misterio de Edgar Allan Poe, sino más bien por el ritmo de vida. De un momento a otro me despierto por primera vez a las 8 30am, postergo mi alarma hasta las 8 45 am, me levanto, me visto, voy a prepararme mi desayuno. Leche con ensaimadas y una napolitana de chocolate. Abro las ventanas del salón, siento frío y me pongo mi casaca. Tomo algunas bolsas de basura y salgo caminando por las gradas hacia mi trabajo. Buenos días Mónica ( la secretaria), llego al despacho y digo Buenos días. Casi siempre sólo encuentro a Román a las 9 30 am y conversamos algo ligeramente si es que no hay algún correo que comentar sobre un proyecto. Luego comienza el trabajo y el silencio llega como una nube. Tras revisar mi correo y desear el buenos días a mi amada, paso a retomar mis cálculos. Sobre las 12 bajamos a desayunar y el deporte, cine, conciertos y demás salsas saltan al debate. A veces también comentamos viajes, estructuras o el fin de semana. Retornamos al trabajo y a las 2 30 nos vamos todos juntos o al menos casi todos. Regreso a casa y si no tengo mi comida preparada, pues hago algo muy simple y rápido, a fin de estar a las 4 de vuelta en el despacho. Llamo por teléfono a mis seres queridos, lavo los platos, tomo algo de vino para la sangre y si se puede hago una minisiesta o me doy un duchazo. Con algo de sueño, continúo la jornada sobre las 4 retomando diseños o revisiones de planos. Esta etapa es muy productiva y me lleva unas 2 horas aburrirme o tener que cambiar de actividad. Si tengo clases de francés, sobre las 6 30 parto hacía Drassanes, sino me puedo quedar hasta las 8 pm si es que el hambre me lo permite. Al retornar a casa agotado, sobre las 9 pm paso por la cocina con hambre pero sin ganas de cocinar. Voy a mi cuarto con sueño, pero sin ganas de dormir y veo que tengo que avanzar algún puto trabajo de la universidad. Allí si viene el colmo, el tener que seguir trabajando en casa. Creo que lo haré, me prometeré a mi mismo nunca llevar trabajo a casa, por más que sea extremadamente importante y urgente, ya que no hay nada más importante y urgente que la salud y el reposo en casa, nuestro templo. Vale, ahora sí como dice la canción: Stop take some time and think, figure out what’s important to you!. Osea, détente y tomate tu tiempo para pensar en lo que es realmente importante para ti. En teoría esto debería funcionar, pero no es así. Con el paso del tiempo nos cargamos de responsabilidades y no sabes porque razón, porque diablos no fui ornitorrinco para vivir entre mamíferos que no pudieran contemplar?. Claro ahora si puedo renegar, pero del todo, ya que al menos soy consciente que este estilo de vida lo he elegido yo mismo, lo que si no sé es cuando?. Por otro lado, es mejor estar de esta zona del río, con demasiada carga que pateando latas o no?. Los tiempos cambian y al parecer seguimos queriendo más y más, pero no se qué o sí lo sé. Por ese lado ahora prefiero los diseños más simples, los colores enteros y los polos sin cuello. Me gusta aprender algo que soy capaz de poder explicar, sin complicaciones o derivadas o parciales. A veces hay que ser estricto, pero no siempre. El tesón y la resistencia nos harán libres.

No hay comentarios: